La “biometría” es la ciencia que utiliza características fisiológicas únicas para verificar la identidad de un individuo. El término “biometría” proviene del griego “bios” y “metron”, lo que significa literalmente “medida de vida”. Todo individuo puede ser identificado por características físicas medibles y dichas características son la base de todos los tipos de identificación biométrica.

Las técnicas biométricas que hasta el momento se han podido implementar con éxito son: reconocimiento de huellas digitales, examen de voz, exploración de iris, firma o rúbrica, geometría de la mano, geometría de la cara e identificación genética (DNA), entre otras que se hallan en etapas de prueba o desarrollo.

A diferencia de objetos físicos relacionados con la seguridad como llaves o tarjetas magnéticas, u objetos lógicos como contraseñas o NIP -los cuales pueden ser robados, prestados o copiados con relativa facilidad-, las características biométricas son únicas e intransferibles: nadie puede darle o prestarle a otra persona su huella digital, el iris de sus ojos o su código genético, o al menos no de común acuerdo.

Lo anterior hace a esta tecnología más adecuada para resolver problemas relacionados con control de acceso a ubicaciones físicas (edificios, laboratorios, espacios restringidos, cajas de seguridad); o bien, de seguridad informática (autentificación de usuarios, acceso a documentos restringidos).

Entre estas aplicaciones, hay una económicamente fundamental: la biometría se utiliza también para el “control de tiempo y asistencia”, por ella las compañías evitan el uso de contraseñas o tarjetas que los empleados pueden fácilmente prestar, extraviar u olvidar.

¿Cómo funcionan las aplicaciones biométricas de tiempo y asistencia?

El método de identificación biométrica más utilizado en este tipo de aplicaciones es la huella digital. Usted captura las huellas de sus empleados en el sistema y ellos cada vez que arriben o partan de sus instalaciones deberán proporcionar su huella por un instante para registrar su entrada o salida.

Este tipo de solución da mayor exactitud en el registro de tiempos y evita el fraude de asistencia que consiste en registrar la entrada o salida de otro empleado. También reduce el costo de imprimir tarjetas de identificación o la necesidad de recordar contraseñas o números de identificación personal.
El beneficio principal: ¡ahorrar dinero!

El principal motivo por el cual las empresas están decidiendo cambiar a aplicaciones biométricas es el ahorro de dinero. De acuerdo con un estudio de la American Payroll Association, (organización especializada en educación, capacitación y publicaciones relacionadas con el proceso de nóminas), se estima que los beneficios de utilizar sistemas biométricos superan el 10% sobre costo total de la nómina.

El estudio indica que los “fraudes de asistencia” o robo de tiempo -además de los errores de auditoría en las tarjetas de registro más los insumos destinados para este fin- representan fuertes gastos para la compañía en uno de los egresos más representativos, la nómina.

Y no es difícil imaginarnos porqué: si su empresa no cuenta con un policía junto al reloj checador, los empleados seguramente registrarán la entrada o salida de otros empleados, en perjuicio de la compañía. Por otro lado, si al auditar las tarjetas existen errores y estos benefician al empleado, rara vez acudirán a usted para decirle: “hay un error en mi sueldo… me está pagando de más”.

Asimismo, existen empleados que permanecen en la compañía después del horario de salida y aprovechan para navegar por Internet, chatear o platicar por teléfono con la comodidad de que ya no hay mucha gente alrededor. El perjudicado en este caso es el empleador que tiene que pagar este tiempo como si fuera tiempo extra.

Todos estos problemas pueden ser resueltos al implementar una solución de “reloj checador biométrico” ya que este tipo de sistemas evitan el fraude de tiempo y asistencia por medio de la huella digital, y nos ahorran auditar las tarjetas al tener información confiable y precisa con sólo apretar un botón.

¿Y cuánto me va a costar?

He aquí lo mejor del "reloj checador biométrico": la tecnología y la producción en masa hacen a este tipo de aplicaciones accesibles a las posibilidades de cualquier compañía. Existen soluciones desde los 300 euros, que incluyen un lector de huella digital de uso semindustrial (según el proveedor) y una licencia para administrar los registros de tiempos por número de empleados.

Algunos sistemas le permiten administrar los horarios de sus empleados e incluso puede configurarlos para que le notifiquen por correo electrónico y de manera automática cuando no se han presentado a la hora asignada, herramienta muy útil para los negocios que cuentan con múltiples sucursales.

De este modo, si usted pertenece al grupo de las PYMES que quiere emplear tecnología de punta en beneficio de su negocio ya lo sabe: la tecnología se halla al alcance de su mano; o más bien, de su huella digital. FUENTE: www.ideasparapymes.com