Cada día, más consumidores de TIC

La crisis golpea duro, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas ('pymes'), pero éstas perciben esta inversión como una de las principales herramientas para relanzar su producto. Un buen uso de las TIC es «el mejor aliado para poder competir globalmente», ya no solo para la comunicación global de productos y servicios «sino también para captar clientes» y, con ello, poder generar luego empleo (como está ocurriendo), explica Óscar Matellanes, ingeniero de Telecomunicaciones y Electrónica y fundador de Quomai, una empresa virtual donde el móvil pasa a ser el gran protagonista.
Los datos lo corroboran. Según explica Alfonso Arbaiza, director general de Fundetec, la Fundación para el Desarrollo Infotecnológico de Empresas y Sociedad, «el 50% del aumento de la competitividad de las empresas europeas en los últimos 10 años se debe a las TIC». Aún así, no todas las pequeñas y medianas empresas funcionan igual, pues como apunta el 'Informe pyme 2011', publicado junto a la Dirección General de Industria y de la Pyme, el ordenador solo se había introducido en el 62% de las empresas de menos de dos trabajadores, frente al 95% de media en el resto. Por tanto, es en esas 'micropymes' donde hay que enfocar el esfuerzo de «informar, concienciar y formar».
Los próximos días 8 y 9 de mayo tienen una buena oportunidad para ello. El lugar, San Sebastián; la cita, el Congreso Internacional Ciudadanía Digital que se celebra en el Palacio de Congresos Kursaal. Este encuentro pretende habilitar un marco donde debatir, reflexionar y aprovechar las oportunidades que presenta la sociedad-red, gracias a las ponencias de diversos expertos internacionales de primera línea. Entre las áreas temáticas del congreso se encuentra la de empresa y competitividad, destinada a dar a conocer a empresarios y autónomos las posibilidades de nuevas tendencias, dinámicas y herramientas TIC aplicables al negocio, así como, entre otros temas, a estudiar los patrones de comportamiento de los consumidores. Además, el precio ya no es excusa. Hasta no hace muchos años, las 'pymes' se quejaban de que tenían que hacer un gran esfuerzo económico para poder acceder a las TIC. Esa situación ha cambiado, «y nunca las herramientas informáticas han sido tan accesibles como hoy en día», explica Óscar Matellanes. El reto ahora pasa por conocer «cuáles son las más convenientes para su actividad y cómo utilizarlas de la forma adecuada». Aun así, todavía existe una brecha digital importante, sobre todo entre los microempresarios o autónomos mayores de 50 años. «Ese sector ha de entender que gracias a la tecnología, su empresa será más visible y multiplicará su abanico de clientes, sobre todo en los alrededores», añade Alfonso Arbaiza porque, según el director general de Fundetec, el objetivo no es llegar a un mercado de 6.500 millones de personas, «sino aumentar la clientela en mi región o provincia».
Nuevos consumidores
Otro de los aspectos que las empresas han de tener en cuenta es la evolución que ha vivido en los últimos años el patrón de comportamiento de los consumidores. Para saber lo que la gente necesita, «hay que meterse hasta la médula del público, profundizar y entender no solo lo que demanda ahora, sino lo que va a querer dentro de unos años», afirma Andy Stalman, profesor y experto en marcas, y uno de los ponentes del Congreso Ciudadanía Digital.
Para enfrentarse con éxito a la globalización de marcas y productos, Stalman aconseja «pensar en lo que nadie pensó y hacerse las preguntas que nadie está haciendo». Para Matellanes, de Quomai, los empresarios han de seguir con la misma «obsesión» de prestar el mejor servicio y la mejor experiencia al cliente, pero conociendo los nuevos parámetros de consumo. «Somos personas mucho mejor informadas, con mayor conocimiento para exigir más y que comparamos antes de comprar utilizando las herramientas tecnológicas a nuestro alcance». Aun así, cree que el futuro va todavía más lejos, concretamente hacia la incorporación del cliente a los procesos de diseño y desarrollo de productos y servicios». Esta estrecha colaboración entre cliente y empresario que tendrá como protagonista al teléfono móvil. En 2011, los 'smartphone (móviles conectados a internet)' fueron el dispositivo más vendido en el mundo, por delante de los ordenadores. Según estos expertos, «el móvil es una grandísima oportunidad para simplificar la vida al cliente», y se ha convertido «en el principal canal de llegada y contacto directo con los consumidores». Los potenciales clientes pasean por la calle mirando en su teléfono dónde pueden adquirir el producto que necesitan. «Y ahí es donde ha de aparecer nuestro nombre», concluye.
Decía el político inglés Winston Churchill que el éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse. En la cultura anglosajona, la vida se entiende como un proceso de aprendizaje donde los errores y los fracasos se asumen como una posibilidad latente en cada una de las decisiones que se toman. Su visión es que el error no nos transforma en fracasados, solo es la señal de estrategias equivocadas o de actitudes mentales negativas. La única vía pasa por corregirlos o aprender de ellos para no volver a cometerlos.
Pero en la cultura mediterránea el miedo al error se cultiva desde la infancia. Para Antonio López, director de programas de CESMA, «esto es paradójico, pues es imposible avanzar sin cometer fallos». Por ello, el Congreso Internacional Ciudadanía Digital, que se celebra el 8 y 9 de mayo en San Sebastián, abordará este problema. Con la iniciativa I#fail «se pretende contribuir a la mejora de nuestra percepción del error», explican desde la organización. Para ello, seis directivos españoles de reconocido prestigio explicarán que no siempre acertaron en sus decisiones y acercarán a los participantes a situaciones de fracaso que desembocaron en procesos de aprendizaje y, posteriormente, en éxitos irrefutables. Porque, como recuerda uno de los ponentes, Juan Luis Ribera, gerente de Bianditz S A, «caerse está permitido, pero levantarse resulta algo obligatorio». FUENTE: www.lasprovincias.es