Cómo puede ayudarte Node.js a desarrollar apps y plataformas web de alto rendimiento

Netflix, la principal plataforma de vídeo en streaming del mundo; la red social profesional LinkedIN, que congrega a la mayor parte de perfiles profesionales a nivel internacional; Paypal, la plataforma de transacciones de dinero líder y la mismísima NASA, aunque no lo parezca a simple vista, tienen algo en común. Todas estas empresas y organismos utilizan el entorno de ejecución Node.js en sus plataformas web y aplicaciones.

Teniendo en cuenta que gestionan y ofrecen servicio a una inmensa cantidad de cuentas de usuarios, estas plataformas han logrado solventar algunos inconvenientes que presentaban anteriormente gracias a Node.js. Tras la implementación de este entorno de ejecución, han logrado mejorar su rendimiento; ampliar las velocidades de ejecución de las peticiones simultáneas de los usuarios; han reducido sustancialmente el tiempo de carga de sus aplicaciones y plataformas; han logrado reducir los recursos que empleaban; han solventado algunos problemas de seguridad, y por tanto, han mejorado la experiencia de usuario.

En este nuevo artículo del blog tecnológico de Bilib te contamos qué es Node.js, para qué sirve y  te explicamos cuando puede ser recomendable utilizarlo para aprovechar todo su potencial.

¿Qué es Node.js?

Node.js es una librería y entorno de ejecución para JavaScript de código abierto, asíncrono y dirigido por eventos. Como código, es empleado con el objetivo de desarrollar aplicaciones web lo más optimizadas posible, rápidas y que soportan peticiones simultáneas de un gran número de usuarios. Aunque además de JavaSript, Node.js también puede ejecutar programas codificados en otros lenguajes de programación que puedan trasladarse a JavaScript, tales como TypeScript o CoffeeScript.

Node.js nació en el año 2009 y desde entonces no ha parado de sumar adeptos en el mundo de las tecnologías de la información y la comunicación. Y, ¿cómo ha conseguido esta legión de seguidores? La respuesta es sencilla, pero tiene su origen en diferentes factores. El primero de ellos: si tradicionalmente JavaScript se ejecutaba en el navegador, a diferencia de PHP que lo hacía en el servidor, con Node.js, JavaScript también se puede ejecutar en el servidor.

Pero, como adelantábamos, este factor no sería suficiente para sumar tantos “fans” incondicionales en todo el mundo. Lo cierto es que Node.js va más allá de la ejecución de JavaScript en el servidor, y se alía con el motor Google Chrome V8, desarrollado por el gigante Google, para ofrecer un entorno de ejecución que consigue ejecutar JavaScript a grandes velocidades. El motor V8 de Google logra esta rapidez de ejecución gracias a compilar JavaScript en código de máquina nativo. Además, como tercer factor, no podemos olvidar que se trata de un sistema de código abierto, por lo que es accesible a un mayor número de profesionales y puede ser ejecutado en diferentes sistemas operativos como Linux, Windows, así como en entornos Mac.

Su alto rendimiento ha terminado de conquistar a los más escépticos, sin olvidarnos de su escalabilidad. De hecho, este entorno de ejecución de código abierto fue diseñado a modo de sistema escalable desde el comienzo. De esta forma, permite generar un alto volumen de conexiones en nuestro servidor de manera eficiente. Todo ello, sin empeorar el rendimiento y la velocidad.

Pero, ¿cómo consigue Node.js trabajar a estas altas velocidades al ejecutar numerosas conexiones en el servidor? La respuesta la encontramos, una vez más, en la división en partes, en la modulización. Es decir, las tecnologías que se emplean para ejecutar las acciones en el servidor funcionan a través de peticiones aisladas. De esta forma, Node.js logra atender a un gran volumen de peticiones simultáneas. Es una solución tecnológica que ofrece buenos resultados para gestionar un gran número de conexiones que coinciden en el tiempo en nuestro servidor.

Además, Node.js utiliza un I/O de tipo asincrónico a través de su Bucle de Eventos (Event Loop). Y ¿qué quiere decir esto? Quiere decir precisamente que las tareas se ejecutan de forma simultánea, a diferencia de lo que ocurre con lenguajes de programación tradicionales como Java con los que las tareas se ejecutaban de forma lineal (cuando terminaba un proceso, comenzaba el siguiente). Este sistema provocaba procesos de trabajo largos y posibilidad de bloqueos en las aplicaciones o herramientas TIC desarrolladas de esta forma.  Sin embargo, con Node.js se aligeran los procesos de trabajo, se consiguen mayores velocidades de procesamiento y, por tanto, obtenemos aplicaciones de mayor rendimiento y, por ende, más competitivas en un mercado en el que cada día surgen nuevas alternativas con las que deberemos competir.

¿Para qué sirve Node.js?

Node.js, como ya hemos adelantado a lo largo del punto anterior, es utilizado por los desarrolladores de aplicaciones para lograr resultados de mayor rendimiento, que no se vean entorpecidos por procesos de ejecución torpes y bloqueos que colmen la paciencia del usuario.

Con Node.js, los desarrolladores pueden armar programas de red escalables de manera relativamente sencilla. Esta mejora se consigue modificando la forma en la que conecta las peticiones con el servidor. No genera nuevos hilos para cada conexión/petición, con el consiguiente consumo de memoria y la ralentización del proceso, por el contrario, crea bucles de eventos para dar salida a las múltiples conexiones simultáneas que puedan producirse. De esta forma, no tendremos que “sufrir” si aumenta sustancialmente nuestra base de usuarios. En este caso, la tecnología no frenará nuestro crecimiento.

Node.js puede ser empleado para construir aplicaciones web, aplicaciones en red o aplicaciones en línea de comandos, entre otras soluciones. Como principales ventajas, encontramos la reducción en costes de ejecución y mejoras relevantes en la experiencia de usuario. Como inconvenientes fundamentales, podemos señalar que puede resultarnos complicado instalarlo en alojamientos pre-existentes, presentando más problemas en alojamientos compartidos; no dispone de una librería estándar; la API es algo inestable y requiere de actualizaciones constantes. Lo más recomendable es consultar con nuestro hosting antes de implementarlo.

¿Cuándo utilizar Node.js?

En términos generales, Node.js suele emplearse en el desarrollo de plataformas web y aplicaciones móviles que congreguen a un gran número de usuarios y requieran gestionar un elevado volumen de solicitudes de forma simultánea. No suele recomendarse si estamos ante aplicaciones de computación pesada que requieran mucha capacidad de la CPU, ya que en estos casos no se emplearía una de las principales ventajas de Node.js: el bucle de eventos que consigue ejecutar las tareas de forma independiente y simultánea, consiguiendo mayores velocidades. Expertos en esta materia desaconsejan, asimismo, el uso de Node.js si estamos ante aplicaciones HTML o CRUD, que no requieren de una API independiente.

Si tras sopesar los pros y los contras, decides apostar por Node.js para desarrollar tu app o plataforma web, puedes iniciar la instalación de Node.js a través del siguiente enlace en la página web oficial de este entorno de ejecución cada vez más popular. Lo primero que deberás hacer será descargar el paquete Node.js que te permitirá realizar la instalación completa en tu proyecto. Sigue las instrucciones de instalación mediante la guía oficial disponible en la web y aprende más sobre Node.js a través del siguiente enlace.

Puedes comenzar por construir un servidor Node.js simple que podrás ir escalando con el tiempo. Node.js es todo un mundo por descubrir, así que si quieres construir una plataforma web o aplicación que ofrezca una buena experiencia de usuario, en el caso de que tengas que gestionar grandes volúmenes de peticiones instantáneas, comienza a descubrir este entorno que puede dar respuesta a tus necesidades actuales o futuras. Recuerda que podrás crear aplicaciones de alto rendimiento, que ejecuten las peticiones a altas velocidades, siendo además escalables y sencillas de mantener al reducirse sustancialmente el código a desarrollar.