¿Qué es y cómo aprovechan el Corporate Venturing las empresas?

Emprender hoy día es más difícil que hace dos o tres décadas. Las empresas de carácter innovador suelen sucumbir en un plazo menor a cinco años, a pesar de su iniciativa y fuerte deseo de prosperar, mientras que las compañías bien posicionadas se ven a diario expuestas a la disyuntiva de “innovar o morir”. Corporate Venturing es una solución empresarial de última generación que combina el espíritu de las startups con la solidez de las corporaciones grandes, lo que resulta en una mejora radical de los procesos, productos y servicios. 

¿Qué es el corporate venturing? 

Corporate Venturing (en español, Capital de Riesgo Corporativo) se trata en esencia de invertir capital de riesgo de una empresa consolidada (venture capital) en startups de elevado potencial, con el fin de alcanzar un alto grado de innovación y productividad. Esto trae grandes ventajas, como la captación de nuevos talentos, iniciativas y modelos de negocio. La empresa recibe un aire fresco que le ayuda a actualizar su cultura corporativa, establecer nuevos procesos de trabajo, mejorar los modelos de negocio existentes, hacer nuevos clientes y/o proveedores, obtener contratos de asesoramiento, crear alianzas estratégicas y probar nuevas tecnologías, entre otros beneficios.  Hasta hace poco, las empresas fuertes se enfocaban en mejorar su posicionamiento de manera competitiva en detrimento de las startups, lo que les impedía aprovechar el potencial innovador de estas últimas. Con los años, sin embargo, los directivos han comprendido que la colaboración entre ambas clases de compañía permite afrontar con mayor eficacia un mercado cada vez más complejo. En dicho cambio de perspectivas intervino, en gran medida, el avance de las tecnologías de la información. El aumento de la actividad en red, los crecientes niveles de sofisticación en los negocios online, el uso de big data y cloud computing, entre otros fenómenos de la era digital,  hicieron posible nuevas soluciones y maneras de concebir la lógica empresarial. Un resultado obvio fue Corporate Venturing, cuyo principal objetivo es, a fin de cuentas, analizar la situación corporativa desde una óptica diferente y tomar mejores decisiones estratégicas. Corporate Venturing se diferencia de los business angel o la simple inversión de capital, por cuanto se trata más de una cuestión estratégica que financiera. En realidad, consiste en un cambio de forma de pensar, que pretende conseguir una revolución en aspectos claves de la empresa. 

Iniciarse en Corporate Venturing

Las startups favorecidas mediante Capital Venturing no tienen que ser necesariamente ajenas a la compañía. En realidad, hay dos formas de implementar una estrategia de capital de riesgo corporativo:
  • Favorecer iniciativas desde el interior de la misma compañía, promoviendo un spin-off.
  • Buscar en el mercado startups cuyos negocios estén relacionados con los de la propia empresa. 
La primera estrategia permite aprovechar el potencial innovador de los profesionales con espíritu de emprendimiento.  Un buen ejemplo es la compañía Tec Total, nacida dentro de Telefónica. Telefónica lanzó en Brasil un concurso llamado Trilha do Empreendedor (Camino emprendedor) para estimular a las personas a enviar sus propias ideas y modelos de negocio. Finalmente, se seleccionaron los proyectos más prometedores. Como resultado surgió Tec Total, que actualmente ofrece toda clase de servicios relacionados con equipos electrónicos como televisores, tablets y GPS, entre otros.  Lo interesante es que los spin-off surgidos a partir de Corporate Venturing no tienen por qué orbitar eternamente alrededor de la empresa madre. Aunque Tec Total comenzó como una spin-off, actualmente no forma parte de la estructura de Telefónica, y cuenta con sus propias sedes en varios países de Sudamérica. Las segunda estrategia, invertir en startups ajenas, tiene como principal beneficio la posibilidad de generar mayores ganancias si la empresa naciente resulta exitosa tras la inversión. Otro beneficio es, sin lugar a dudas, que la compañía consigue acceso a tecnologías, paradigmas y modelos de negocios diferentes, que difícilmente podrían tener lugar desde adentro. Como ejemplo de ello tenemos a Google, una de las compañías a la cabeza de las iniciativas de Corporate Venturing. Google creó el servicio Alphabeat para marcar una clara diferenciación entre sus servicios online y el desarrollo de emprendimientos visionarios en el campo de la tecnología. A través de este servicio, Google ha invertido en más de 300 startups en los últimos años. Entre otros casos de éxito de Corporate Venturing, se puede mencionar a Banc Sabadell con Bstartup, Intel Capital con Adaptative Mobile, OpenBank con Hackathon IoT y Mercadona con Lanzadera, entre otros. Por último, cabe señalar que numerosas empresas utilizan un modelo híbrido de Corporate Venturing, que combina de forma eficaz las dos estrategias mencionadas. 

Algunos aspectos a tener en cuenta

Como lo sugiere el concepto, implementar Corporate Venturing es una tentativa con alto grado de riesgo. Cualquier startup o iniciativa interna no tiene el potencial de atraer los beneficios esperados.  De ahí que resulta imprescindible realizar un cuidadoso estudio de ambas partes. Por un lado, de las necesidades actuales de la empresa, los planes de innovación y las metas corporativas a largo plazo. Por el otro, de la rentabilidad tanto estratégica como financiera del proyecto o empresa naciente en que se planea invertir.  Ambas, la empresa madre y la startup, deben salir beneficiadas. No se trata de una adquisición al estilo tradicional, sino de una apertura a la colaboración con el propósito de favorecerse mutuamente. La ventaja de esto resulta obvia: el acto de “engullirse” a una startup puede dar lugar a un estancamiento, ya que esta última acabaría por adaptarse a los procesos tradicionales de la empresa madre.  Corporate Venturing se trata ante todo de dar alas, no de cortarlas. Por tanto, fomentar una relativa independencia, manteniendo la aptitud de ganar-ganar en pro de la innovación, es en este caso un factor de éxito. De lo contrario, la empresa hija podría quedar asfixiada bajo la burocracia, el control exagerado de sus actividades y una lenta toma de decisiones, lo cual perjudicaría también a la empresa madre. Por otra parte, un distanciamiento excesivo entre ambas convertiría a la empresa madre en un simple inversionista al estilo bussiness angel. La startup debe sacar provecho no sólo del capital invertido, sino de la estructura, procesos y otras ventajas intrínsecas de la empresa madre.